miércoles, 2 de julio de 2008

Confusa....

-¿Por qué tengo que sentir este vacío en mi cada vez que pienso en esa persona? ¿Por qué siento esto justamente por una persona que sé que me va a hacer daño y romper mi corazón en mil pedazos?

Estas son las preguntas que se hacía una y otra vez Lucía, no entendía como podía sentir ese dolor y ese vacío por una persona que realmente nunca llenó ese vacío, por una persona con la que nunca tubo nada serio.

Todo empezó como un juego y así debía terminar. Lucía se dio cuenta de que estaba empezando a sentir algo por esa persona, pero ese sentimiento la hacía sufrir cada día más. Se dio cuenta de que cada día que pasaba lo hechaba más de menos y ansiaba estar en sus brazos, sentir como sus largos y fuertes brazos la abrazaban con fuerza y la hacían sentirse protegida.

En medio de estos pensamientos se dio cuenta de que soñaba despierta, soñaba con que ese juego quizá algún día se convirtiera en algo mas serio, soñaba con algo imposible, con algo que jamás se cumpliría y tenía que hacer algo por alejarse de esa persona si no quería sufrir más…

Pasaron días y semanas y Lucía no sabía que hacer, sabía que tenía que alejarse, pero no quería hacerlo, cuando estaban juntos ella se olvidaba del resto de sus problemas, estaba a gusto, y era feliz, y no quería renunciar a esos momentos, aunque ello conllevara a que se le rompiera el corazón, quería arriesgarse.

-¡Quizás esta sea la única forma de dejar de sufrir asi! Se que nunca me querrá como yo lo quiero a el. Ojalá sea feliz y encuentre a otra persona que lo quiera como yo lo quiero y lo cuida como a mi me hubiese gustado hacerlo...

Es lo último que pensó Lucía antes de quedarse dormida sobre su cama con el frasco de pastillas vacío en su mano….